La Evaluación de Riesgos a la Salud y el Ambiente (ERSA) en la toma de decisiones

La Evaluación de Riesgos a la Salud y Ambiente (ERSA) es una herramienta importante para la toma de decisiones frente a la presencia de contaminantes. Si bien el ERSA determina la probabilidad de efectos adversos a los seres humanos por potenciales contaminantes y la posible afectación al ambiente por la exposición de sustancias químicas, cambio en el uso del suelo (MINAM, 2015) que permiten establecer los niveles de remediación específico, también nos sirve para determinar si un sitio contaminado está relacionado o no con las actividades de una empresa que opera en un área determinada.

Para ello es importante que, desde el inicio de la ejecución de la ERSA, mediante la definición de los elementos del modelo conceptual relacionemos las actividades de un proyecto mediante el mapeo detallado de sus procesos, los parámetros que estos involucran, así como las matrices ambientales que podría estar siendo afectadas mediante las actividades de la fuente de contaminación identificada y la adecuada descripción histórica del área de interés.

Para definir conceptualmente las fuentes (focos de contaminación), las rutas de exposición, mecanismo de liberación, medio de transporte de contaminantes y los receptores es crucial el definir los Contaminantes de Preocupación (CP), que son aquellos parámetros que proceden de las actividades, procesos, insumos y residuos y/o efluentes relacionados a un proyecto de interés; considerando sus propiedades (toxicidad, movilidad, persistencia, bioacumulación, carcinogenicidad y alterador endocrino) y la información histórica del área de influencia.

Mediante la aplicación del Índice de Peligrosidad Total (IPt) nos permitirá determinar si la presencia de los CPs en el área evaluada correspondería a la ejecución de las actividades del proyecto o a otras actividades antrópicas, las cuales pueden presentar un riesgo aceptable, preocupante o muy elevado a generar efectos potencialmente adversos a la salud.